Los docentes y
participantes del Centro de Atención Integral al Ciego y Deficiencias Visuales
del Estado Mérida se mantienen a la expectativa ante lo que se conoce como la
propuesta de transformación de la Educación Especial en Venezuela. Oficialmente
el planteamiento de la necesidad de realizar cambios en el modelo de atención
vigente se discutió en el Caidv-Mérida, por primera vez el día lunes 26 de
marzo. La Lcda. Mary Lorena Cáceres, en su carácter de Sub-Directora (E) del
plantel trasmitió a su personal la información que le suministrara previamente
la Coordinadora de la modalidad de Educación Especial de la Zona Educativa del
Estado Mérida, Msc. María Eleida Montilla.
Durante
la introducción al tema no sorprendieron a la audiencia los cambios propuestos
para la terminología referida a las personas susceptibles de atención en la
modalidad, es decir, pasar de personas con discapacidad a personas
con diversidad funcional, con las respectivas consecuencias que esto
implica para el epónimo de todas las instituciones y la corrección de leyes, no
fue el tema que desató la polémica. Las sorpresas y las dudas comenzaron al
escuchar que, en el área de deficiencias visuales, la transformación implica cuatro
acciones concretas:
1.- La desaparición del Caidv.
2.- La reubicación de todo su
personal en escuelas regulares.
3.- La posible creación de
Escuelas Bolivarianas para la diversidad funcional visual.
4.- La creación de los nuevos
Centros Pedagógicos Diagnósticos de Formación y Orientación para la diversidad
funcional.
Sin
el Caidv en el modelo de atención para la población con diversidad funcional
visual, la respuesta operativa consistiría en remitir a los estudiantes desde
el CPDFODF a todas aquellas escuelas regulares donde se encuentren laborando
los especialistas en el área.
Pero una
propuesta tan vaga como esta de inmediato comenzó a generar preguntas que aún
no tienen respuestas claras: ¿Qué criterios se seguirán para la reubicación del
personal?; Si un docente que ha trabajado durante los últimos años en el área
de deficiencias visuales es reubicado en una escuela donde no exista población
con estas características: ¿A qué se dedica?; Si un estudiante con deficiencia
visual tiene cerca de su casa una escuela en la que pueda ser integrado, pero
en ella no hay ningún especialista: ¿Qué sucederá? ¿Se moverá un especialista a
la escuela o el niño deberá ser integrado en la otra escuela donde trabaja
aquel docente que conoce el área? ¿Y si el docente también es una persona con
discapacidad visual?
Por otra parte
surgen de inmediato las interrogantes en relación a aquellos jóvenes ciegos o
deficientes visuales que se encuentran cursando estudios en la educación media,
secundaria o diversificada; ¿Quién les dará el apoyo, la atención o el
seguimiento si todos los docentes del área están trabajando en escuelas? ¿Se
puede confiar en la aplicación de un programa de formación tan eficiente que
logre capacitar a todos los docentes del liceo en el área de las deficiencias
visuales? ¿Y qué decir de aquellos que ya forman parte del sistema de educación
superior tanto en las misiones como en las universidades tradicionales?
Ni hablar de
los adultos, que sin estar integrados al sistema educativo, de igual manera
acuden al Caidv para recibir apoyo en áreas como la computación, orientación y
movilidad o actividades de la vida diaria. ¿En qué institución se les brindará
la atención que hoy reciben en el servicio que desaparecerá?
La propuesta
de transformación ha seguido evolucionando y en poco tiempo ya se conocen tres
versiones. La última puede ser descargada en este enlace para su lectura y
análisis. EDUCACION SIN BARRERAS.
Pero cada
versión solo genera más dudas, sobre todo por la disparidad que existe entre lo
escrito, las declaraciones a través de medios nacionales de voceros calificados
como la Ministra Hanson y las orientaciones de las autoridades locales. Sólo
por mostrar el ejemplo más resaltante: La propuesta no especifica cuanto tiempo
se llevará la transformación, la Ministra declara en VTV y escribe en Twitter
que el proceso tardará por lo menos tres años y la coordinadora regional afirma
que éste es el último año escolar del Caidv. De hecho esta funcionaria acaba de
solicitar el mobiliario de la extensión en el Vigía para dotar al CPDFODF del
municipio Alberto Adriani y ya reubicó en otras escuelas al personal que
laboraba en el IEE Emiliano Salcedo del Municipio Pueblo Llano.
A pesar de
toda esta confusión los docentes del Caidv – Mérida han dejado claro que no
están renuentes al cambio por inercia natural. La institución en la que laboran
ha logrado abrir importantes espacios en la lucha por la inclusión escolar,
familiar, social y hasta laboral. Por ello consideran que no debe desestimarse
su trabajo, ni su opinión en un asunto que les compete de forma directa. Su
solicitud en este momento es al debate abierto de las ideas en el marco de un
gran intercambio de saberes donde pueda aprovecharse esta oportunidad para
avanzar en lo que representa su misión profesional. (Medios/CAIDV)
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